En la sociedad, los hablantes comparten ideologías lingüísticas, es decir, diversas creencias, explícitas o implícitas, sobre las lenguas o las variedades lingüísticas (Kroskrity, 2004). Una de las ideologías lingüísticas más censuradas en las últimas décadas es aquella que considera que existen lenguas o variedades más legítimas o superiores a otras. El discurso de la inclusión y de la diversidad está vigente y se encuentra amparado en documentos legales y otros instrumentos jurídicos. Sin embargo, los hablantes que dicen defenderlo despliegan posicionamientos dilemáticos. Así, quienes critican duramente la discriminación lingüística pueden terminar reproduciendo las mismas prácticas lingüísticas que censuran.
En la presente investigación, se analizan las reacciones antirracistas y antimonolingüistas en la red social Facebook frente a dos casos de discriminación lingüística. El primer caso da cuenta de cómo un docente universitario sanciona la manera de hablar de su estudiante y lo invita a modificarla por una forma de hablar tal como se estila en la capital. El segundo caso corresponde a las declaraciones de Mario Vargas Llosa en el diario La Tercera de Chile sobre el papel unificador del castellano y el supuesto retraso y caos que representan las lenguas indígenas americanas. Ambos casos se viralizaron en las redes sociales en el año 2022, lo que provocó que los seguidores de múltiples espacios virtuales, donde estos difundieron, comentaran al respecto.
Entre los principales resultados se encuentra que los cibernautas cuestionan la discriminación lingüística y se posicionan como defensores del respeto por el modo de hablar del “otro”, en este caso, del estudiante y de los pueblos originarios. Sin embargo, sus intervenciones se construyen sobre la base de un dilema ideológico que disocia las prácticas del lenguaje con las características fenotípicas de quien produce enunciados discriminatorios. Respecto al primer caso, los comentarios reproducen prácticas de racismo. Entre las principales estrategias que utilizan para criticar el comentario del profesor, las cuales se sostienen en la racialización, encontramos la adjetivación, la animalización, la metáfora y la territorialización. Por el contrario, para manifestar su desafiliación con el escritor Vargas Llosa, recurren a estrategias de (des)cortesía verbal, en las que se emplea la adjetivación; el sarcasmo; la burla por su condición etaria, su nacionalidad, sus facultades mentales o su estatus social. Así, si bien, en ambos casos hay una crítica abierta a la discriminación lingüística, de forma mayoritaria, esta no pasa por una deconstrucción de la ideología del estándar o del monolingüismo.
La investigación sigue una metodología cualitativa, de corte interpretativo. Para el análisis, se han seleccionado 600 interacciones de los usuarios de la red social Facebook a partir del post que difundió uno de los diarios peruanos de mayor circulación, el diario La República y del post de la Asociación de Correctores de Textos del Perú. Para el procesamiento de los datos recogidos, se utilizó la herramienta Exportcomments.com y, para la categorización de los mismos, el software de análisis cualitativo de datos asistido por computadora (CAQDAS), ATLAS-ti. Como marco teórico, se utilizaron categorías empleadas por la lingüística sociocultural (Bucholtz y Hall, 2004), como “ideología lingüística” (Kroskrity, 2004) “posicionamiento” (Davies y Harré, 1990), “dilema ideológico” (Wheterell y Potter, 1992) e “ideologías raciolingüísticas” (Flores y Rosa, 2015).
Los resultados sugieren que es relevante seguir analizando las formas en cómo el racismo y otras prácticas se va resignificando en los espacios virtuales, sobre todo, en un contexto que parece favorecer el reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural.
Palabras clave: ideologías lingüísticas, raciolingüismo, redes sociales, posicionamiento identitario, dilema ideológico
Autoras: Elizabeth Tavera Peña (Pontificia Universidad Católica del Perú) y Johanna Ramírez Fernández (Pontificia Universidad Católica del Perú)