El siguiente trabajo es compartido por los autores: Aurelio Arnoux (UNM) y Zelma Dumm(UNM)
En estos últimos tiempos estamos asistiendo a nuevas formas de comunicación en las cuales los memes (entendidos estos como elementos simbólicos de carácter visual que remiten a un significado, generalmente humorístico, contextualmente situado) pasaron a ocupar un papel protagónico. Este fenómeno ha sido tan amplio que ha llegado a permear ámbitos dominados tradicionalmente por la cultura escrita, por ejemplo, la Universidad. Ahora bien, ¿pueden los memes reemplazar formas de comunicación tradicionales entre los jóvenes universitarios? ¿se trata de una moda o, por el contrario, de un fenómeno duradero?
Este trabajo se desprende de la investigación llevada a cabo en el período 2020-2021 titulada “Configuraciones sociales y prácticas artístico-discursivas en tiempos de las narrativas transmedia: incidencias, lecturas y experiencias de articulación comunitaria en el contexto territorial de UNM” en donde se indagaron las prácticas socioculturales le los alumnos en tanto prosumidores (Scolari, 2013). En un primer momento, a partir de encuestas dimos cuenta de la variación relativa de las prácticas de lectura en papel o lectura digital en consonancia con los tipos de publicaciones y los objetivos de las mismas; en datos concretos un 8.24% por ciento de los estudiantes decía leer diarios exclusivamente en papel y más del 60 % en forma digital. En síntesis, los estudiantes afirmaron que, frente a la pregunta por la lectura digital en el tiempo de ocio, muchas veces (y, particularmente entre los más jóvenes) se enteran de una noticia por un meme que circula por las redes, generalmente por facebook. El encuentro con esta imagen viral y humorística es el comienzo de un proceso. El meme da por supuesto cierta información que el lector busca para completar el sentido. Así, el meme se muestra como un formato potente de circulación que, muchas veces, funciona como punto de partida de un proceso informativo. Entonces, pareciera posible inferir que el carácter incompleto del meme genera un impulso: el lector necesita completar el sentido de lo visto por otro medio. Asimismo, cabe también detenerse en el hecho de que el tema apareció recién en el bloque sobre el tiempo libre. En este sentido se podría pensar que su carácter humorístico le da un estatus particular que integra el ánimo informativo y el de recreación. Al respecto cabe destacar que el entrevistado que primero puso de manifiesto el fenómeno en cuestión lo hizo riéndose mientras rememoraba un meme recientemente visto. En síntesis, frente a nuestra pregunta por el modo en que los lectores transitan los diferentes hipergéneros y sus motivos, el meme parecería tener la capacidad de informar y generar interés por una noticia. Y, su carácter incompleto y humorístico podrían ser, al menos, parcialmente las propiedades que explican dicha capacidad.
