La ponencia propone el concepto de tropismo como una herramienta analítica e interpretativa capaz de contribuir al estudio de fenómenos de contacto lingüístico. En su sentido biológico, tropismo significa ‘movimiento de orientación de un organismo como respuesta a un estímulo’; sobre esa base, y ya en un terreno psicosocial, Sarraute lo define como ‘movimiento que fluye rápidamente en los límites de la conciencia y que está en el origen de las palabras y los gestos’. Tomamos ese concepto para ponerlo a prueba en el habla que se da en situaciones y contextos plurilingües. Concretamente, nos preguntamos qué estímulos mueven y orientan a los interlocutores en su interacción comunicativa y en su producción e interpretación lingüística en contextos en los que el español está en contacto con lenguas originarias. Planteamos que en el habla de cada uno de los interlocutores se encuentran trazas de tropismos que lo han motivado. A modo de ilustración, tomemos estos dos fragmentos producido por un migrante quechua-hablante en Lima, en conversación con una entrevistadora no migrante: a) “por -jemplo, los provencianos, provincianos a veces un poco… medio cantados hablamos, ¿no?”; b) “paricen, parecen pero es en el sonido, este… pero son diferentes”. Advertimos que, en el hacerse mismo de su discurso, el migrante cambia la pronunciación de /e/ a /i/, en el primer fragmento; y de /i/ a /e/, en el segundo. Postulamos que se dan aquí los siguientes tropismos: tropismo afectivo-cognitivo: conciencia de dos espacios comunicativos contrastados, el urbano con el español como lengua predominante, y el rural con el predominio del quechua, así como el deseo de incluirse y de hacerse incluir en el espacio urbano; tropismo social: deseo de evitar la discriminación de la que fue objeto cuando llegó a la ciudad; tropismo lingüístico: pervivencia del hábito articulatorio del quechua, cuyo sistema vocálico tiene solo dos grados de apertura, y esfuerzo por adquirir un sistema vocálico de tres grados de apertura; tropismo situacional: el destinatario de su discurso (la entrevistadora) es una persona letrada (con estudios superiores), no migrante ni quechua-hablante, siendo relevante para él mostrar corrección idiomática. Hay que añadir que estos tropismos se entrelazan entre sí. Este enfoque teórico y metodológico privilegia la agencia de los interlocutores, considerando tanto su dimensión afectiva-cognitiva, social, lingüística y situacional; pero, igualmente, permite explicitar el carácter móvil y flexible de la lengua y del contacto lingüístico.
Palabras claves: contacto lingüístico, lenguas originarias, español en contacto con lenguas originarias, tropismo, plasticidad lingüística